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Vigencia de las ideas anarquistas en la actualidad

Posted: julio 22nd, 2010 | Author: | Filed under: Articulos | Comentarios desactivados en Vigencia de las ideas anarquistas en la actualidad

Por Renato Mejía

El presente ensayo pretende ser como un breviario que englobe las
tendencias actuales del movimiento antiautoritario. No pretendo con
esto limitar su campo de acción solo a las corrientes que aquí se
presentan, ya que hay expresiones libertarias que por el momento
escapan a nuestro análisis.

La ideología anarquista, desde que fue expuesta teóricamente con un
sentido positivo por primera vez por Pierre Joseph Proudhon a mediados
del siglo XIX, ha estado sujeta a un largo proceso evolutivo que aún
hasta nuestros días sigue teniendo lugar en el seno de los colectivos y
redes globales por la que esta compuesta mayoritariamente en la
actualidad.

A lo largo de la historia de las revoluciones en el siglo XX, si
algo ha sido una constante en cada una de ellas, es el destino fatal al
que estuvieron condenadas desde el principio al tener como objetivo
tomar las riendas del Estado para derrocar el régimen capitalista. En
vista de tales acontecimientos basados en la manipulación de la
voluntad por oportunistas que se valen del anhelo de libertad de los
pueblos y disfrazando sus interese individuales y partidarios tras un
discurso maquillado para llegar a ser un cabeza de Estado. Hechos
repetitivos como este incidieron para la estructuración de un
anarquismo más rico de cara al siglo XXI que apenas empieza, con un
punto de vista más amplio, sin sectarismos, ni viendo las cosas
bidireccionalmente, criticando no solo las divisiones de clases, sino
también las relaciones de genero, no solo la economía, también la
cultura.

En el pasado se propusieron tres sistemas económicos principales que
aglomeraron a la mayor parte de los pensadores anarquistas y sus
seguidores, cuyo objetivo era explicar una distribución de los bienes
materiales en una sociedad antiautoritaria, tales sistemas: el
Mutualismo de Proudhon (correspondiente a una economía
agrario-artesanal), el Colectivismo de Bakunin (en la época del
desarrollo industrial) y, el Anarcocomunismo o Comunismo Libertario de
Kropotkin (imponiéndose a la internacionalización del capital), siendo
este último el que se impuso mayoritariamente en comparación con los
otros y que luego fue mejorado por Enrique Malatesta en el siglo XX;
dichos sistemas económicos pueden entenderse como un primer momento
evolutivo del anarquismo en respuesta al sector dominante de la
economía imperante en la época en que cada uno se formuló.1

Pero la evolución tal vez más notoria es, la transición desde un
principio federativo en el seno de la Primera Internacional Obrera
hacia un movimiento anarquista que trabaja predominantemente a través
de redes sociales altamente internacionalistas compuestas por una gran
cantidad de colectivos empapados de nuevas ideas entre las que destacan
principios indígenas, ecologismo, veganismo, feminismo, anti
burocratismo, anarcoprimitivismo y pacifismo.

Pero también es de destacar que Proudhon en su obra Del Principio
Federativo, considera a la federación solo como una etapa hacia la
anarquía, meta a largo plazo pero siempre sujeta a cambios evolutivos,
de modo que desde sus inicios teóricos se tenía la visión de que el
anarquismo es en esencia dinámico, evolutivo y, nunca estático.

Una de las principales inspiraciones para esta nueva generación
anarquista han sido los ideales Zapatistas, evidenciados con el trabajo
que el EZLN ha hecho en los municipios autónomos de Chiapas, “donde el
pueblo manda y el gobierno obedece”, donde se ha estado utilizando un
proceso de consenso que ha sido adaptado para que mujeres y gente joven
sean igualitariamente escuchad@s.

En la América del Norte el proceso de consenso emergió más que nada
de las críticas que el movimiento feminista de los 70 le hizo a las
posturas de liderazgo machistas de la nueva izquierda de los años 60.
El objetivo de un proceso de consenso es permitir un grupo decidir un
curso de acción común. Al momento de encontrar el consenso hay dos
caminos posibles, no participar de la acción sin impedir que nadie más
participe en ella y, el segundo camino que tiene el efecto de un veto.
Los consensos están basadas en una forma de democracia directa en la
que las mayorías realmente son participes del proceso de toma de
decisión.2

Unas de las grandes dificultades que enfrenta el movimiento
anarquista contemporáneo en relación con la época de su exponentes
clásicos es pasar por alto el estudio teórico y, la apatía juvenil de
cara a las instituciones autoritarias que limitan la autentica libertad
de tod@s , aun cuando los colectivos anarquistas actuales se valen de
las herramientas que el mismo sistema ha producido, como el internet
por ejemplo, que hace posible una rápida y efectiva difusión de las
ideas y de una amplia biblioteca anarquista en la red. Todas estas son
ideas adecuadas para una sociedad altamente industrializada donde
podemos sacar partido de los huecos del sistema para empezar a minarlo
desde adentro.

Sin embargo una potencial amenaza radica en la idea de que, hay una
fuerte inclinación hacia la acumulación de bienes, como herencia de
siglos de explotación capitalista, y existe por lo tanto una amenaza
potencial dentro de todo proceso revolucionario integral de reconstruir
una nueva forma de capitalismo; por lo tanto es un gran reto para las
generaciones actuales y venideras la de eliminar todo vestigio de la
explotación del hombre por el hombre para dar paso a una civilización
autogestionaria integral adaptada a una era donde la producción
económica se apoya en la provisión de servicios en la que la
agricultura no solo fue desplazada sino transformada

Todas las corrientes contemporáneas antes mencionadas deben dar
rienda suelta a la creatividad revolucionaria y resolver racionalmente
todo tipo de discrepancias entre cada una para formar una nueva
síntesis anarquista en el siglo XXI, así como lo propuso haya por 1928
Sebastián Faure, haciendo una analogía con la química, es decir, la
anarquía puede ser como un cuerpo formado por varios elementos que
según la coyuntura de la época y las múltiples fuentes ideológicas de
la que se nutren las distintas corrientes que lo componen, la dosis de
las corrientes respectivas variará. Y solo la experimentación revelará
esas dosis; en la síntesis el cuerpo compuesto se reforma (de manera
que se debe estar siempre atento a los cambios que se susciten en el
plano social, político y cultural) y la formula puede alcanzar
proporciones variables, local, regional, nacional o internacionalmente.
De modo que todas las corrientes están hechas para combinarse y
constituir lo que se llama la síntesis anarquista, claro como ya lo
mencioné, adaptada a la coyuntura y cambios sociales contemporáneos.3

Al final, llegados a una síntesis basada en el mutuo acuerdo, en una
autentica democracia directa para crear consensos, cuando un pueblo
entero sin divisiones absurdas grite emancipado, la utopía es posible,
defenderemos simplemente como lo expresan Max Nettlau, Tárrida Marmol y
Ricardo Mella “un anarquismo sin adjetivos”.

1 Ángel J. Cappelletti (La Ideología Anarquista, p. 17)

2 David Graeber y Andrej Grubacic (El Anarquismo, o el Movimiento Revolucionario del siglo XXI)

3 Sebastián Faure (La Síntesis Anarquista)


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